
Los Estudios de Control de Ruido consisten en identificar, medir y analizar las fuentes sonoras que generan molestias o incumplen la normativa vigente, para luego diseñar e implementar soluciones técnicas de reducción y mitigación. Su objetivo es garantizar el cumplimiento legal, mejora la calidad acústica de los espacios y proteger la salud y bienestar de las personas.
